La procesionaria, el terror para todos los propietarios de perros cuando llega la primavera.
Si bien es cierto que los efectos de este pequeño invertebrado pueden afectar también a las personas, normalmente son los perros los que sufren las peores consecuencias, ya que generalmente el ser humano no toca a los bichos que se encuentra y el perro, por curiosidad, sí.
¿Qué es la procesionaria?
La procesionaria, o también conocida como procesionaria del pino, es una especie de invertebrado perteneciente a los Lepidoptera, lo que quiere decir, que este insecto tiene un ciclo vital de 4 fases: huevos, larvas, pupas y adultos.
Las hembras en fase adulta (Mariposas) se aparean y crean nidos en las ramas de los arboles, protegiéndolos con sus propias escamas, cada puesta puede ser de entre 100 y 300 huevos.
Una vez eclosionan los huevos, nacen las larvas. Estas se alimentan de las hojas en forma de aguja de los pinos dónde han eclosionado. Estas larvas u orugas, construyen de manera conjunta unos nidos en forma de bolsa de seda en las partes más soleadas del árbol.
A medida que se van desarrollando, les salen una especie de pelitos, en los que contienen una especie de veneno, estos pelitos son lo verdaderamente tóxico para personas y animales.
En la última fase larvaria, es cuando descienden al suelo, en una característica fila india (de ahí su nombre, procesionaria), lo hacen así para protegerse de los depredadores.
Finalmente, se entierran en el suelo, donde dan paso a su fase de pupa o crisálida. No es hasta el siguiente verano (o pueden estar hasta 4 años en esta fase) que no llegan a su etapa adulta (Mariposa) para completar su ciclo vital.
¿Porqué es peligrosa la procesionaria?
La fase de la procesionaria que preocupa a personas, y propietarios de animales, es la fase de Oruga o Larva, concretamente, la última fase que es cuando bajan de los árboles.
Esta fase se produce normalmente en los meses de Abril y Mayo, es decir cuando se va el frio y llega el calor. Con el cambio climático que estamos sufriendo en los últimos años, es posible que aparezcan antes, o incluso, hay zonas donde se producen dos ciclos vitales en un año en vez de uno, pudiéndose ver procesionarias en el mes de Diciembre.
Cada oruga está cubierta por unos 500.000 pelos impregnados de una toxina llamada Thaumatopina. Son estos pelos urticantes, los que provocan el daño. Se desprenden de ellos al caminar y especialmente cuando se sienten amenazadas.
Es por eso que son más peligrosas para nuestros perros que para nosotros.
Nuestro perro, al ver la fila de procesionarias, puede sentir curiosidad, y olerlas (respirando los pelillos tóxicos), chuparlas (la boca entra en contacto con los pelos tóxicos) o incluso tragárselas (El peor de los casos, crea una gran reacción anafiláctica en todo el sistema digestivo.)
De manera indirecta, también pueden pisar con las patas zonas por donde hayan pasado las procesionarias, provocando picor, y haciendo así que se laman la zona e intoxicando la boca.
¿Qué síntomas muestra un perro intoxicado?
Los principales síntomas son un intenso picor e inflamación en la zona que ha estado en contacto con el veneno. En alguna ocasión también pueden llegar a vomitar.
Es MUY importante, que si tu perro empieza a tener mucho picor o inflamación, acudas de inmediato al veterinario, para que le ponga el tratamiento oportuno y evalúe el daño, ya que en función de la intoxicación, puede llegar a morir.
En primavera, hay que extremar la precaución ante la procesionaria si vives en zonas de campo o montaña. Nosotros tenemos varios pinos, que cada año antes de que llegue el calor, podamos y vigilamos a conciencia para evitar una desgracia.
Si vives en la ciudad, no estas exento de este problema, ya que seguramente, en muchos de los parques donde sacas a pasear hay pinos, y la procesionaria puede estar acechando, así que, ¡Atención!
Si tienes alguna otra duda sobre la procesionaria, o quieres explicarnos alguna experiencia que hayas tenido con ellas, no dudes en dejar tu comentario.
¡Conoce mejor a nuestros Rough Collies en nuestra web!
Comments